lunes, 12 de junio de 2017

Historieta Represión en Dictadura


REPRESIÓN
EN
DICTADURA
(historieta)
De: Juan Molina





























Aunque Ana no quería irse del lugar Francisco la obligó propiamente, en un instante de cordura y raciocinio se dejo llevar, corrieron por los callejones del barrio, los cuales conocía muy bien Francisco.
Dejaron atrás los gases lacrimógeno, ya se podía respirar un poco mejor en la zona donde estaban llegando.

Se detuvieron en un paraje con una pequeña pendiente, cerca de unas escaleras, fue allí donde pudieron hablar con calma.

-Ana pensé no estabas en País, ¿que hacías en esa protesta? ¿acaso no sabes lo peligroso que es ejercer tú derecho aquí?




- Si ves la nevera de mi casa te van a dar ganas de llorar.

- Francisco por lo visto casi todos en este país estamos así. Lo peor de todo es que no veo esta situación vaya a cambiar con este gobierno.

- No me explico que piensan estos gobernantes, solo piensan es en sus intereses personales. Yo le dije a un conocido que esta a favor de este gobierno.
Mira mi pana, hay muchas personas que están arrechas con ustedes, esa gente necesita ser escuchadas, contestame esta pregunta:
¿Que ha hecho este gobierno para que la gente que esta molesta no siga molesta?.

- En verdad nada. Que yo sepa.

- Es así, no han hecho nada y de paso uno no puede ni siquiera molestarse o protestar porque entonces eres un traidor a la patria. Que carajo es eso, me jodes y tengo que morir callado?.

- Si, ellos creen uno tiene que ser conformistas mientras ellos son millonarios, corruptos, narcos, ladrones, abusadores, violadores de la constitución y todo lo que se les antojen.

- A pero para reprimirnos si son eficientes, gas parejo y plomo contra señoras, viejitos y jóvenes, allí si hay armamento, no escasea nada. Tú vas a un hospital y no hay insumos, te mandan a comprar medicinas a la farmacia y si por casualidad tienes la plata entonces no hay la medicina porque no hay dólares para traerla, claro como se robaron todo ese dinero, que de paso es del pueblo, resulta hay un pocote de cuentas bancarias en Suiza de oficialistas que se robaron con negocios fantasmas de maletín.
Ellos creen y juran que uno es pendejo y no sabe nada de sus trampas.

Francisco y Ana siguieron intercambiando anécdotas, comentarios, rumores, etc., hasta que se dieron cuenta habían hablado más de una hora.
Era inevitable, tenían muchos años sin verse y muchos más sin hablar, esto les sirvió de catarsis, fue un desahogo, sin intención, sin planificación, dicen que las cosas que suceden de manera espontánea siempre resultan mejores.
Ya Francisco sabía se agotaba el momento vivido, ya tenían cada uno tomar su camino, en direcciones diferentes.
Poco a poco la conversación fue tomando un giro distinto.



"CONTINUARA"
YA EN NOVIEMBRE SIGUE ESTA AVENTURA.....